Quién fue Harriet Tubman

Harriet Tubman era hija de esclavos. Fue una activista por la abolición de la esclavitud en Estados Unidos que ayudó a la fuga de esclavos a través del “ferrocarril subterráneo”. Ella también escapó del yugo esclavista, pero regresó a liberar a familiares y amigos. Unos 300 esclavos durante una década escaparon gracias a su ayuda..

Fue enfermera durante la Guerra Civil, asistenta, informante para las fuerzas de la Unión y militar en el campo de batalla. Después de la Proclamación de la Emancipación se retiró a ayudar a la gente con necesidades, hasta fundar una casa para ancianos. Recaudó dinero para escuelas para niños afroamericanos y luchó por los derechos de las mujeres.

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De esclava a guerrera y activista

Harriet Tubman. Dominio público

 Nació en Maryland alrededor de 1820 de padres esclavos, y la llamaron Araminta (“Minty”) Harriet Ross. Fue una de los nueve hijos de Harriet “Rit” Green y Ben Ross. Ambos eran propiedad de dos esclavistas  diferentes: Mary Pattison y  Anthony Thompson, respectivamente. Al casarse los propietarios, los esclavos también formaron pareja.

“Minty” sufrió maltratos y castigos físicos que le dejaron secuelas para toda la vida, como los latigazos cuyas cicatrices llevaba en la espalda, y los dolores de cabeza y alucinaciones de que padeció toda la vida, consecuencia de un encuentro con un  hombre que lanzó un objeto que le dio en  la cabeza, cuando ella se negó a detener a un esclavo que había salido sin permiso de la plantación.

La contusión le provocaba alucinaciones y la hacía caer en un sueño profundo, que ella atribuía a razones religiosas.

En su época muchos esclavos coexistían con hombres y mujeres liberados de la esclavitud. Su padre alcanzó el estatus de libre a los 45 años, por voluntad testamentaria de su propietario, pero su mujer e hijos seguían siendo esclavos.

“Minty” fue esclava doméstica desde los 6 o 7 años, y esclava en los campos de la plantación a los 12 o 13. En 1844 se casó con un hombre libre llamado John Tubman.  El matrimonio no fue bueno desde el principio. Incluso él tuvo intenciones de venderla. Años después, cuando ella era una experta en ayudar a los esclavos a huir, fue a buscarlo pero él se había casado de nuevo y no tenía intenciones de escapar.

Arminta  se cambió el nombre al casarse, en honor de su madre, y adoptó el apellido de su marido.

Cinco años más tarde, en 1849, escapo a Filadelfia, pues con la muerte de su dueño temió que dividirían a su familia. Se enteró de que venderían a sus dos hermanos Harry y Ben, y  decidió escapar con ellos. Enseguida fueron declarados fugitivos y buscados con una recompensa de $300 para quien los encontrara. Los hermanos decidieron regresar a la plantación, pero Minty siguió su camino hacia la libertad en Filadelfia.

Pero  regresó muchas veces a rescatar a los suyos.  En diciembre de 1850 supo que su sobrina Kessiah y los dos hijos de esta serían vendidos. El esposo, un negro libre llamado John Bowley  logró comprar a su esposa en una subasta. Entonces Harriet ayudó a la familia completa a mudarse a Filadelfia.

Así fue como ella comenzó a ayudar a los esclavos a escapar a territorios donde podían vivir libremente, a través de una cadena de lugares, casas y vías clandestinas conocidas como el “ferrocarril subterráneo”. Lo hacía con su propio dinero, que ganaba como cocinera y lavandera. Pero también con el apoyo de muchos hombres y mujeres abolicionistas, como Susan B Anthony, William H. Seward, Ralph Waldo Emerson, Horace Mann   Bronson Alcott   Louisa May Alcott, entre otros. Muchos le prestaban sus casas como paradas seguras en la travesía. Harriet se ganó el sobrenombre de “Moisés” por ser una guía para unos 300 esclavos que sacó hacia la libertad. Cuando los estados del Sur se conformaron en la Confederación, la ruta de escapa se desvió hacia Canadá. Harriet llevaba siempre un  rifle, para defenderse de cualquier agresor pero también para amenazar a cualquier esclavo que quisiera regresar.  Era demasiado riesgoso que alguno regresara, pues tenía mucha información acerca de la preparción y las personas involucradas en el ferrocarril subterráneo.

Muchos  ideólogos y defensores de las ideas abolicionistascomo William Still o Thomas Garrat   respetaban a esta mujer analfabeta, de apenas cinco pies de estatura,  que los apoyaba.

  Harriet  recaudó fondos desde Canadá para  la conspiración que terminaría en la rebelión  de Harper’s Ferry, preparada por John Brown. Ella debía estar allí cuando la rebelión fue sofocada a sangre y fuego y sus participantes asesinados, en lo que pretendía ser un suceso para poner fin a la esclavitud. Harriet no pudo ir porque estaba enferma.

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En la Guerra Civil Americana

Harriet Tubman. Dominio público

Tubman  se unió al Ejército de la Unión y fue destinada a trabajar con  esclavos fugitivos en el Sur, incluyendo Florida.  

En 1862, el gobernador   Andrew de  Massachusetts la envió a Carolina del Sur como maestra y enfermera de la comunidad de los Gullah, en  Sea Islands, esclavos abandonados en su huída por sus dueños, y que controlaban las islas.

  Al año siguiente organizó una red de exploradores, informantes afroamericanos para recoger información e incitar a los esclavos a dejar a sus amos y unirse al Ejército unionista.

En julio de  1863, Harriet Tubman se colocó al frente de las tropas del Coronel James Montgomery en la expedición del Río Combahee, para interrumpir los abastecimientos a las tropas sureñas, y destruir puentes y ferrocarriles. En la misión también se liberaron más de 700 esclavos.

Se cuenta que Tubman cantaba a los esclavos para confortarlos. En un momento, cuando le pagaron por sus servicios, pensó que le comenzarían a pagar regularmente, e ideó una comunidad donde los negros libres pudieran ganarse el pan trabajando como cocineros y lavanderos para las tropas, pero eso nunca ocurrió porque no le dieron la paga. Se mantenía vendiendo alimentos que horneaba y una bebida que confeccionaba después de sus horas de trabajo regular.

 Al final de la Guerra, Tubman pensaba que recibiría una pensión, pero su petición  fue denegada, aunque llegó a recibir una pensión más tarde, pero como viuda de un soldado, como había sido su segundo esposo.

 Después de la Guerra

Tubman estableció escuelas para los hombres libres en Carolina del Sur, a pesar de que ella nunca pudo aprender a leer y escribir. Precisamente por ello, apreciaba el valor de la educación.

Se fue a vivir a su casa de Auburn, Nueva York, donde desde antes había muchas personas de ideas abolicionistas y donde ella había llevado a muchos esclavos fugitivos. Allí también vivían sus padres, a quienes había llevado desde Maryland.

 Su primer esposo, John Tubman, quien se había vuelto a casar, murió en 1867 en una pelea. En 1869 Harriet se casó de nuevo, esta vez con Nelson Davis, quien era más de 20 años más joven que ella. El mismo había sido esclavo y peleado en las tropas de la Unión. Era muy enfermizo y no podía trabajar.

Tubman dio albergue a varios niños, llegando a adoptar una, Gertie, así como atendió a muchos exesclavos pobres y enfermos.

 Junto a Sarah Hopkins trabajó en la publicación de un libro biográfico: “Escenas de la vida de Harriet Tubman”, financiada por abolicionistas. Harrit viajó por el país dando conferencias sobre sus experiencias como conductora en el “ferrocarril subterráneo”. La reina Victoria la invitó a Inglaterra y le envió una medalla de plata. En 1886 el dúo publicó otro libro: “Harriet, la Moisés de su pueblo”, una biografía completa con el propósito de buscar recursos para sostenerse.

Finalmente obtuvo una pensión de $8 al mes como viuda de un soldado.

Tubman trabajó con su amiga   Susan B. Anthony en las campañas por el voto femenino. Se presentó en varias convenciones y habló a favor del movimiento femenino, abogando por las mujeres de color.

En 1908 abrió las puertas de un asilo para ancianos al que llamó Casa de ancianos John Brown, que había establecido con fondos de la iglesia y la ayuda de un banco. Murió de neumonía el 10 de marzo de 1913 en esa misma casa. Fue sepultada con todos los honores militares.

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En sus propias palabras

Fuente: Kate Clifford Larson
Harriet Tubman (der.) en su casa de Auburn, NY, en 1887 junto a Gertie Davis {Watson} (adoptada) Nelson Davis (espos) Lee Chaney "Pop" John Alexander, Walter Green, "Aunty" Sarah Parker, Dora Stewart. Dominio público

"Crecí olvidada como una hierba mala, ignorante de la libertad, sin experimentarla. Por eso nunca era feliz o estar contenta: cada vez que veía a un hombre blanco tenía miedo de que me llevara".

"En mi mente razoné que tenía derecho a una de dos cosas, la libertad o la muerte. Si no podía tener una, tendría la otra, y ningún hombre me agarraría viva".

"Había cruzado la raya con la que había soñado tanto tiempo. Era libre, pero no había nadie para recibirme en la tierra de la libertad. Era una extraña en una tierra extraña".

"Nunca mi tren se me salió de los rieles, ni tampoco nunca perdí un solo pasajero".

"Los cuáqueros son casi tan buenos como los [hombres] de color... Ellos mismo se llaman amigos y se puede confiar en ellos todas las veces".

"Vimos los relámpagos y eran las pistolas; y luego escuchamos los truenos y eran las pistolas grandes, y luego oímos caer la lluvia y era la sangre callendo, y entonces fuimos a recoger la siembra, y eran los muertos que juntamos".

"El cielo de medianoche y las silenciosas estrellas han sido los testigos de tu devoción y heroísmo”, Frederick Douglass, abolicionista