<p>Tienen ojos en la cara y no pueden evitarlo. Ellas, las otras están ahí, en todas partes. Divinas, o menos bonitas, todas son un buen panorama para mirar desde el punto de vista de tu hombre. Puede ser irritante o un detalle sin importancia, depende de cómo te lo tomes, pero estas son las explicaciones más frecuentes para su actitud de &#34;mirones&#34;.</p><p>· <b>Es instintivo y biológico</b></p><p>Los hombres <b>son hombres y su biología</b> los lleva &#34;de las narices&#34; a la poligamia. Según ellos, y quizá no anden tan lejos de la verdad, todo el tiempo buscan por naturaleza parejas posibles para el apareamiento y la continuidad de la especie.</p><p>Habría que contarles que nuestra biología también nos lleva a buscar el mejor &#34;macho&#34; para nuestras crías y que no siempre lo hacemos, mal que nos pese.</p><p>· <b>&#34;Estoy casado, no castrado&#34;</b></p><p>Otro argumento bastante común (y ordinario). Pero tiene un fondo de razón aplastante. Es verdad, tiene derecho a mirar lo que quiera y fantasear con quien quiera, y seguramente lo hace. Claro que ojos tenemos todos… No hay problema mientras no te lo tomes como <b><a href="https://www.aboutespanol.com/todo-sobre-la-infidelidad-1-2601125" data-component="link" data-source="inlineLink" data-type="internalLink" data-ordinal="1">una infidelidad</a></b>.</p><p>· <b>Las mujeres también miran</b></p><p>Cierto. Miramos todo lo que pasa, hombres y mujeres. Nos comparamos, fantaseamos y calculamos. Pero somos más disimuladas, tenemos más elegancia y el &#34;relojeo&#34;.</p><p><b>Tipos de mirones</b></p><p>Hay veces en que las miradas de tu pareja a otras mujeres no te ofenden, te divierten o te parecen inofensivas. Depende de su actitud y de cómo tú te lo tomes, que esto se convierta en un problema.</p><p>1. La ojeada o el vistazo: estás cenando en un restaurant con tu pareja y, en cierto momento, ves que su vista se desvía por un momento y se centra en la mujer de la mesa de al lado, que, por cierto, es muy bonita y a la que tú ya has radiografiado porque te encantan sus sandalias. Él mira rápido y vuelve a tus ojos para seguir charlando. Fue un vistazo. <b><a href="https://www.aboutespanol.com/ejercicios-practicos-de-confianza-para-la-pareja-2601342" data-component="link" data-source="inlineLink" data-type="internalLink" data-ordinal="2">No pasa nada.</a></b></p><p>2. La mirada de análisis: en la misma situación, tu pareja, después del vistazo rápido, vuelve a concentrarse en tu vecina de mesa detenidamente mientras mastica la ensalada. Tus palabras se pierden en la nada porque él está calculando la distancia del cuello al escote, y la tersura de sus piernas, sin perder un solo centímetro de piel y tela. Hasta la vecina se siente incómoda porque ella también lo percibe. Te enojas y le tocas el brazo para despertarlo del trance.</p><p>3. El comentarista: le ha echado un vistazo, la ha radiografiado con la mente y cuando lo sacas del trance, decide comentarte sus impresiones. Quiere compartir contigo lo impresionante de sus pechos o la bellísima boca que tiene. No sabes si cruzarle la cara de un sopapo o sonreírte ante su comportamiento infantil pero honesto. Admira algo deseable pero lo comparte contigo, no lo esconde. En este caso, la más incómoda será la vecina de mesa que, a esta altura, tiene ganas de pedir la cuenta y marcharse.</p><p>4. El mirón rutinario: sabes que va a mirar a todas las mujeres que se le crucen por los ojos. Altas, bajas, flacas, gordas, jóvenes o viejas. &#34;Ojea&#34; mujeres como si fueran las revistas de consultorio odontológico, casi como un deporte. No tiene demasiada importancia, pero sí es irritante para ti.</p><p><b>Efectos en las mujeres</b></p><p>El problema no es tanto que ellos miren, porque la mayor parte de las veces lo hacen sin pensar si quiera, sino cómo eso nos hace sentir a nosotras. Si tenemos la autoestima baja o estamos inseguras de cómo nos vemos, o en una etapa sensible hormonalmente como el puerperio o la menopausia, o simplemente el SPM, esto puede afectarnos más de lo que debiera.</p><p>&#34;Soy fea&#34;, &#34;¿Habré engordado?&#34; &#34;Ya no soy su tipo&#34;, &#34;<b><a href="https://www.aboutespanol.com/el-desamor-en-el-matrimonio-2600967" data-component="link" data-source="inlineLink" data-type="internalLink" data-ordinal="3">No me quiere más</a></b>&#34;, &#34;¿Por qué no me mira mí como las mira a ellas? Es inevitable sentir un poco de inseguridad y celos cuando él mira a otra, sobre todo porque nosotras damos mucha importancia a ese tipo de detalles. Si sentimos que su mirada se va, sentimos que su amor la acompaña. Sin embargo en el 90% de los casos, ellos miran por el placer visual de hacerlo, <b>pero su corazón y su afecto no están en juego</b>. Quizá por eso a ellos le asombra tanto que nosotras pongamos en duda su amor por este tipo de cosas.</p><p>Y, entre nosotras… cuando tú miras a esos otros hombres… ¿estás dejando de amar al tuyo?</p>