Parábola de los dos cimientos

La parábola de los dos cimientos se encuentra en Mateo y Lucas.

Parabola de la cosa sobre la roca y la arena
Parabola de la cosa sobre la roca y la arena. Vice Petaccio/FreeImages.Com

Muchos conocen a la parábola de los dos cimientos como la del hombre que construyó su casa sobre la arena y el hombre que construyó su casa sobre la roca. Esta ilustración se encuentra dos veces: Mateo 7:24-27 y Lucas 6:47-49. Vamos a leerla antes de analizarla un poco.

La parábola de los dos cimientos de acuerdo a Mateo 7:24-27:

A cualquiera que me oye estas palabras, y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca.  Por otro lado, a cualquiera que me oye estas palabras y no las pone en práctica, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena.  Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y azotaron aquella casa, y ésta se vino abajo, y su ruina fue estrepitosa. (RVC)

Primero notaremos que Jesús usa esta ilustración al final de lo que ahora llamamos el Sermón del Monte. En ese conocido sermón, Jesús da un discurso primeramente para sus discípulos sobre los beneficios de ser ciudadanos del reino de Dios y la responsabilidad que esta membrecía conlleva.  El sermón también incluye una serie de advertencias para los demás presentes, algunos quienes eran enemigos de Jesús y otros que estaban ahí para escuchar sus enseñanzas. Al terminar de hablar el público quedo con la opción o de aceptar lo que decía y empezar a vivir más de acuerdo a la voluntad de Dios, o podían ignorarlo. Es aquí que entra esta parábola.

La roca: Esta representa a Jesús  y su mensaje sobre el reino de Dios. Lo que él estaba ofreciendo a través de su sermón era la clave para vivir una vida segura en el sentido espiritual.  

El hombre que construyó su casa sobre la roca: Este hombre se dio cuenta que la vida trae sus grandes tormentas, y que sería mejor tener una base inconmovible. La persona que escucha y es obediente al mensaje de Dios puede tener la confianza de que será sostenido por el mismo Señor durante esta vida y en la próxima. Además de eso, al seguir a Jesús, vive una vida libre de pecado y de las consecuencias del pecado. Aun cuando vienen las tormentas de la vida, esta persona sabe dónde acudir para obtener ayuda, protección y consuelo.

La arena: El mundo y todo lo que esta apartado de Dios.

El hombre que construyo su casa sobre la arena: Este no considero las mismas cosas que el hombre prudente.  Al rechazar la roca y optar por la arena, fundó su casa sobre un terreno inestable e inseguro. Cuando vienen las tormentas de la vida, este hombre no tiene dirección y hasta se hunde más.

Cada vez que escuchamos el evangelio nos quedamos en la misma situación que aquello que estuvieron escuchando a Jesús ese día. Podemos tomar el mensaje, guardarlo en el corazón y vivir de acuerdo a él, o podemos rechazar las palabras del mismo Señor. Las consecuencias de ambas siguen siendo iguales hoy.  ¿Dónde está puesta tu fe y tu confianza? ¿Tu casa está en la roca o en la arena? Cristo continua ofreciendo oportunidades para los que quieran construir sus casas en la roca.